KLARA WOLFF (1805 – 1853)

Nació en 1805 en Prudnik, Silesia. La terciaria de San Francisco. Recibiendo el carisma del Espíritu Santo – el servicio a los más pequeños –  en 1842 comenzó a cuidar a los enfermos en Nysa. A su trabajo se unieron dos hermanas: Matilde y Maria Luisa Merkert y Francisca Werner. Inicialmente, no tenían la intención de crear la Congregación, estaban unidas por la idea común de un servicio samaritano a los pobres, pero con el tiempo su servicio se convirtió en la semilla de una nueva Congregación. El 27 de septiembre de 1842, fiesta de los santos Cosme y Damián, se encomendaron así mismas y a su obra al Sagrado Corazón de Jesús. El trabajo carismático de Klara Wolff y sus compañeras va creciendo, porque también aumentan las necesidades provocadas por la difícil situación social en Nysa. En 1846, junto con Maria Luiza Merkert, fue enviada por el asesor de la Congregación, el Padre Fischer, para formarse en el noviciado de las Hermanas Borromeas en Praga. Klara Dorota Wolff, deseando permanecer fiel a su vocación de cuidado de los enfermos, abandona Praga. Viene a Bystrzyca Kłodzka, donde trabaja para los enfermos en sus propios hogares. Se le unen  compañeras muevas. Sin embargo, en diciembre de 1852 tuvo un accidente de camino al enfermo. Murió el 4 de enero de 1853. Ella es la iniciadora de nuestra Congregación.

“En los hospitales ya se brinda atención, pero los pobres enfermos yacen abandonados y desatendidos en sus hogares. Aquí, en primer lugar, se necesita ayuda “.

“Todo por amor a Dios, con la participación de todas las habilidades y medios, e incluso arriesgándose a una muerte prematura”.