¿Cómo comenzó la historia de la Congregación? Muy simple. De una joven con un corazón sensible.
Es la primera mitad del siglo XIX. La situación en Silesia (atcualmente Polonia) es difícil: sin trabajo, sin vivienda, hambre y enfermedad. Además, desastres naturales y numerosas epidemias. La falta de atención médica adecuada significa que las personas, especialmente las más pobres, mueren en grandes cantidades. Klara Dorota Wolff, porque ese es el nombre de esta joven, quiere ayudar. Sola, ante una situación tan desesperada, ¿qué puede hacer ella? Y sin embargo, nada es imposible para quienes confían en Dios. Pronto se unen a ella tres chicas más: Matilde Merkert y su hermana de sangre María Luisa y Francisca Werner. Deciden dedicarse a servir a los más necesitados. Acuden especialmente a los enfermos que sufren y quedan solos en sus casas. Se apresuran a ayudar a cualquiera que necesite ayuda, independientemente de su edad, estado o religión. Dedican su tiempo y fuerza con gran generosidad, ignorando las dificultades, el cansancio y el peligro de infección o contagio. Cuidan a los enfermos, vigilan a los moribundos. Dan comida y ropa a los pobres. Para los habitantes de Nysa se convierten en un verdadero regalo del cielo. En 1842 fundaron una asociación. Eligieron el 27 de septiembre de 1842, Fiesta de los Santos Mártires Médicos – San Cosme y san Damián, para consagrar su vida y su trabajo con el Acto de Consagración al Sagrado Corazón de Jesús, frente a su pintura, marcando el inicio de nuestra Congregación. Y después toman a santa Isabel de Hungría como la patrona de la obra. El ejemplo y el testimonio de vivir y servir a los necesitados, de las primeras hermanas es atractivo. Hay más jovenes que quieren compartir la forma de vida y el servivio. La asociación se transforma en una congregación religiosa. María Luisa Merkert asume el liderazgo como Superiora General. La asamblea abre nuevas casas y amplía sus actividades. Las hermanas cuidan a los enfermos en sus propios hogares, familias pobres, cuidan a los niños y a los soldados heridos durante la guerra.
El 7 de junio de 1871, la Congregación, incluso en medio de las dificultades, recibió el decreto de reconocimiento del Papa Pío IX, y el 26 de enero de 1887, recibió la Aprobación Pontificia del Papa León XIII.
Actualmente, las Hermanas de Santa Isabel llevan a cabo su misión en 19 países: Polonia, Alemania, Suecia, Noruega, Italia, Brasil, Rusia, Bolivia, República Checa, Dinamarca, Georgia, Israel, Palestina, Kazajstán, Lituania, Ucrania, Paraguay, Hungría y Tanzania.