Beata Madre María Luisa Merkert (1817-1872)
Maria nació el 21 de septiembre de 1817 en Nysa, donde creció en una familia profundamente religiosa. Su padre murió un año después de su nacimiento. María desde la infancia creció en un clima de fe. Recibió una buena educación. En casa aprendió el amor a Dios y al prójimo, viendo a los pobres y compartiendo con los necesitados. A la edad de 25 años después de la muerte de su madre, ella y su hermana mayor, Matilde, decidieron apoyar a los débiles y enfermos que necesitaban atención en sus casas. Inicialmente, el trabajo reunió a cuatro jovenes, que decidieron dedicarse al Sagrado Corazón de Jesús. Lo hicieron el 27 de septiembre de 1842. Eran Klara Wolff, Maria Merkert, Matilde Merkert y Francisca Werner.
Sus actividades se desarrollaron a pesar de numerosos problemas, acompañados por las palabras “Solo queremos hacer el bien y amar a todos en Dios”. Al igual que Cristo, vio las necesidades de los más pobres, los que no tenían a nadie. El lema de su misión fue la frase de Jesús: “Todo lo que le hicieron a uno de mis hermanos más pequeños, me lo hicieron a mí” (Mt 25,40).
A pesar de muchas dificultades el trabajo se desarrolló bajo la protección de la Providencia de Dios. Las hermanas disfrutaron del favor de los habitantes de Nysa, ganaron su reconocimiento por el servicio muy entregado y dedicado al sufrimiento y su amor a los pobres.La Madre María Luisa fue en la primera Superiora General en 1859. La congregación crecía. Las hermanas trabajaron entre pacientes, brindándoles asistencia ambulatoria, cuidaban de los ancianos, cuidaban de soldados y prisioneros de guerra durante las guerras de 1864, 1866 y 1870/71. El servicio constante a los demás resultó en el agotamiento de la fuerza de la Madre María Luisa Merkert. Debido a una enfermedad grave, muere a la edad de 55 años, la mujer samaritana de Silesia, como la llamaron los habitantes de Nysa. Era el 14 de noviembre de 1872. El proceso de beatificación comenzó en 1985 a nivel diocesano. En 2000, se publicó una Posición sobre la vida, las virtudes heroicas y la fama de la santidad de la Madre María Luisa Merkert, y el Papa Juan Pablo II anunció el 20 de diciembre de 2004 las virtudes heroicas de la Sierva de Dios. El 30 de septiembre de 2007, hubo la solemne beatificación de María Luisa Merkert en Nysa, Polonia. Madre María Luisa Merkert es modelo para cada hermana. Imitamos su celo espiritual, la alegría de hacer la voluntad de Dios,el cariño a cada persona, especialmente a la más pequeña. Aquí están sus palabras:
“Quiero amar a todos en Dios, y si no hay nada que pueda hacer, quiero ofrecerles mi oración”.