Hermanas de Santa Isabel en Paraguay

Ser fieles en el verdadero amor.

17.07.2022

Podría parecer que el tiempo de la guerra, que trae mucha ansiedad, crueldad y violencia, no es propicio para pensar en los demás, cuidarlos y para el desarrollo espiritual y la santidad... y sin embargo también en medio de los vientos de la guerra se pudo llegar al cielo.
¿Quiénes fueron y cómo llegaron a ser beatas?

El 11 de junio de 2022, en la Catedral de Wrocław – Polonia , tuvo lugar la beatificación de nuestras hermanas mártires, Hna. Pascualis Jahn y 9 compañeras.
Averigüemos quiénes fueron y cómo sufrieron el martirio. Que la experiencia de su fidelidad a Jesús, el sufrimiento y el martirio inspire y fortalezca nuestra fe. Que su intercesión sane las heridas de los que sufren cualquier tipo de violencia y les ayude a tomar decisiones responsables y a ser fieles en el verdadero amor.

Hna.M. Pascualis Jahn

Nació el 7 de abril de 1916 en Nysa, como la mayor de cuatro hermanos. Fue bautizada en la iglesia parroquial de San Juan el Bautista en Nysa. Creció en un ambiente de la fe, mostrando  la confianza en Dios, la piedad, la valentía, la disponibilidad y la preocupación por los demás a lo largo de su vida. Durante su estadía en Westfalia, a donde se trasladó con su familia debido a una difícil situación económica, se unió a la Hermandad Mariana. Después de regresar a Nysa, el 30 de marzo de 1937, ingresó en la Congregación de las Hermanas de Santa Isabel. El 3 de octubre de 1938 inició el noviciado y fue nombrada hna. María Pascualis. Hizo su primera profesión religiosa en 1939, cuando  estalló la Segunda Guerra Mundial. Después de hacer sus votos religiosos, permaneció en distintos conventos: Kluczbork, Głubczycace y Nysa. En marzo de 1945, las superiores, temiendo hostilidades, ordenaron a hna. Pascualis que abandonara la ciudad. Se dirigió al territorio de la República Checa, donde se alojaba en los pueblos de: Losiny Wielkie y Sobotin (Zöptau). El 11 de mayo de 1945, la hna. Pascualis fue atacada brutalmente por un soldado soviético y, defendiendo su castidad y fe, fue baleada por él. Fue enterrada en el cementerio parroquial y la gente local  la llamaba “la rosa blanca de Checa “.

Hna. M. Acutina (Helena Goldberg)

Nació en 1882 en la ciudad de Dłużek. A la edad de 23 años, se unió a la comunidad isabelina. Se quedó en el convento de Lubiąż. Trabajó como maestra y educadora de huérfanos que perdieron a sus padres durante la guerra. Después de que el Ejército Rojo entrara en la ciudad, preocupada por la seguridad de las chicas que le habían confiado, escapó con ellas de Lubiąż a Krzydlina Wielka. Se encontró con un grupo de soldados borrachos que notaron a las chicas. Defendiéndolas de la desgracia, ella misma perdió la vida. Su cuerpo fue enterrado en el cementerio parroquial de Krzydlina Mała.

Hna. M. Adela (Klara) Schramm

Nació en 1885 en Łączna. Se unió a las Hermanas de Santa Isabel  a la edad de 26 años. Fue enviada al convento de  Godzieszów, donde fue superiora de la comunidad y también cuidaba de los enfermos y de los pobres y cobijaba a los ancianos. Después de que el pueblo fuera ocupado por soldados soviéticos, ella y su gente encontraron refugio en la la granja de  Maria y Paweł Baum. El 25 de febrero de 1945, los soldados irrumpieron en la casa. La hermana, defendiendo a las personas a las que cuidaba y su castidad prometida a Dios, fue fusilada. Junto con ella fueron fusilados  los propietarios y los demás. Todos fueron enterrados en la granja en un cráter de la bomba.

Hna. M. Adelheidis (Jadwiga) Töpfer

Nació en 1887 en Nysa. Ingresó a la Congregación en 1907. Tenía grandes predisposiciones pedagógicas, durante muchos años fue maestra y directora de una escuela de hogar y maualidades. Durante la ocupación de la ciudad por los soldados soviéticos, los enfermos y los ancianos buscaron refugio en el convento de  las hermanas. Hna. Adelheidis, a pesar de las condiciones de vida extremadamente difíciles, siempre encontró un lugar para los necesitados. Cuando los soldados soviéticos irrumpieron en la casa, uno de ellos entró en la habitación donde se alojaban la hermana y la gente necesitada, levantó provocativamente una mano ensangrentada, acusando que alguien estaba disparando. Le disparó a la indefensa hermana Adelheidis sin ningún motivo. Era  el 25 de marzo de 1945.

Hna. M. Edelburgis (Juliana) Kubitzki

Nacida en 1905 en Dąbrówka Dolna. Se unió a las hermanas en 1929. La entrada de las tropas soviéticas la encontró en el convento de Żary, donde se desempeñó como enfermera ambulatoria. Las hermanas encontraron refugio en la cas aparroquial, donde arreglaron una capilla en una habitación. Cuando el 20 de febrero de 1945, los soldados irrumpieron en la habitación donde se escondían las hermanas, intentaron separarlas. En vista de la resistencia, la hermana Edelburgis recibió varios disparos del atacante. Ella murió poco después. Fue enterrada frente al portal principal de la iglesia parroquial de la Asunción de la Santísima Virgen María en Żary.

Hna. M. Felicitas (Anna) Ellmerer

Nació en 1889 en Grafing, Baviera. Ingresó a la Congregación en 1911. Cuando los soldados atacaron a las hermanas en la casa de Nysa, la madre superiora, defendiéndolas, fue golpeada con la culata de un rifle y perdió el conocimiento. Hermana Felicitas se apresuró a ayudarla. Luego, un soldado soviético trató de llevarla afuera, cuando ella se resistió, disparó un tiro de advertencia. En respuesta a esto, la hermana se paró contra la pared, estiró las manos en señal de la cruz y exclamó en voz alta: “¡Viva Cristo, Re …!” La última palabra fue interrumpida por un disparo fatal. El enojado atacante pisoteó la cabeza y el pecho de la hermana muerta. Sus restos mortales fueron enterrados en la tumba común de las hermanas en el jardín del convento en Nysa, calle Słowianska 16.

Hna. M. Melusia (Marta) Rybka

Nació en 1905 en Pawłów. Fue asesinada el 24 de marzo de 1945 en Nysa, cuando defendió a una joven que fue atacada por un soldado soviético. Hubo otros hechos relacionados con la muerte de la hermana Melusia. El fuego que los soldados habían iniciado en la casa de las hermanas se detuvo cerca de la habitación donde yacía su cadáver. Fue enterrada en la tumba  común de las hermanas en el jardín en el convento de Nysa, calle  Slowiańska 16.

Hna.M. Rosaria (Elfrieda) Schilling

Nació en 1908 en Wrocław, en el seno de una familia evangélica. Tras convertirse al catolicismo, siendo una jóven de veinte años, se unió a las Hermanas de Santa Isabel. Durante la entrada de las tropas soviéticas a Nowogrodziec, se quedó en el convento. Junto con otras hermanas, se escondió en un refugio antiaéreo por seguridad. A última hora de la tarde del 22 de febrero de 1945, tres atacantes sacaron a la fuerza a la hna. Rosaria, donde fue violada por unos 30 soldados del Ejército Rojo durante varias horas. Sin embargo, a pesar de su debilidad y la prohibición, se fue con todas las hermanas, apoyándose en su hombro. En el camino, fue alcanzada por una bala disparada por el comisario. Había logrado susurrar “Jesús, María”. El segundo disparo fue fatal. Su cuerpo del fue enterrado en el cementerio parroquial de Nowogrodziec.

Hna. M. Sabina (Anna) Thienel

Nacida en 1909 en Rudziczka. Escapando con sus protegidos de Wrocław, encontró refugio en Lubań. Tenía entonces 36 años. Repetidamente le pidió a la Madre de Dios que protegiera su castidad para que pudiera morir virgen. En el convento de las hermanas se alojaron los soldados del ejercito rojo. Cuando uno de ellos trató de sacar a la hermana de la habitación por la fuerza, ella se aferró a la cruz y a sus hermanas, llamando a la Madre de Dios en busca de ayuda. A través de la resistencia, Hna. M. Sabina protegió su virginidad. El 1 de marzo de 1945, mientras las hermanas rezaban a través de la puerta, cayó una bala y la alcanzó en el pecho, causándole la muerte. Los soldados alemanes la enterraron en el cementerio católico de Lubań.

Hna. M. Sapientia (Łucja) Heymann

Nació en 1875 en Lubiesz cerca de Wałcz. Ingresó a la Congregación en 1894. El 24 de marzo de 1945, las hermanas estaban en la casa de Santa  Isabel en Nysa. Por órdenes explícitas de los soldados, las hermanas se reunieron en el refectorio. También estuvo presente hna. M. Sapientia, entonces jubilada de setenta años. Los soldados del Ejército Rojo que llegaban, estaban mirando cuidadosamente alrededor de la habitación. No muy lejos de la puerta, cerca de la estufa, estaba sentada una hermana jóven, a quien uno de los soldados se acercó y quiso llevarla afuera. Hna. M. Sapientia, que estaba a su lado, le preguntó al soldado: “Ah, por favor, pero no”. Ante estas palabras, el soldado inmediatamente le puso el arma en la sien y disparó. La hermana no se derrumbó en el suelo, sino que permaneció sentada en la silla, con sangre corriendo por su rostro. Los restos mortales de hna. M. Sapientia fueron enterrados en la tumba  común en el jardín del convento de Nysa en la calle Słowiańska 16.

 

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